domingo, 29 de septiembre de 2013

ARRÁEZ Y PALOMAR: DOS PÁJAROS DE UN TIRO

La tarde de otoño se anunciaba repleta de buenas intenciones: en el Umbracle, Proava invitaba a buena parte de nuestros clientes y amigos a deleitarse con música y vinos. En algún lugar  de la ciudad celebraban el cincuenta aniversario de Rayuela. A ver si las nuevas generaciones se atreven con el sambori parisino de Oliveira y la Maga, aunque nunca volverá a ser lo mismo porque andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.

Y para nosotros, en La Matandeta, de la mano de nuestro amigo, el periodista Salvador Soria, se iniciaba una nueva etapa. Los viernes de Lletres entre vins.
Los artistas invitados: Toni Arráez,  de la bodega Arráez, de La Font de la Figuera; y Ramón Palomar, que acaba de publicar su primera obra de ficción Sesenta Kilos.
Les diré la verdad, aunque ya saben ustedes que la verdad siempre tiene varias versiones. A Toni Arráez lo conocimos gracias a Helena, nuestra hija. Salió hace unos tres años a cenar un domingo por la noche con su marido y amigos. Ella, que no bebe vino tinto, descubrió un caldo que la deslumbró, Mala Vida. Al día siguiente, le faltó tiempo para empeñarse en que su padre buscara el origen de aquel vino. La única pista: Era de Fuente la Higuera. Si es de la Font de la Figuera, tiene que ser de la Bodega Arráez, dijo Rafa. Elemental, querido Watson, debieron responder los Dioses en el Olimpo Enológico.
Lo bien cierto, es que de pronto nos encontramos con el principio de una gran amistad enológica. Toni ha pasado a formar parte de nuestro referente habitual en materia de vinos. Hay quien nace de pie y hay quien nace estrellado. Mala Vida es el vino propicio, para el momento adecuado.
Pero ese caldo ya anda y se mueve solo por la vida. El viernes, Toni vino a presentar Vivir sin dormir.
Yo nunca había visto, personalmente, a Ramón Palomar. Me parecía un poco frickie, ¿Qué hace un chico como tú, en un periódico como Las Provincias? Fue la apuesta de Salvador Soria para este inicio de curso de Lletres entre vins. Les puedo asegurar que no se equivocó en nada.
Ramón Palomar es un tipo curtido por la vida, que no ha perdido su capacidad de asombrarse y vislumbrar. Alguien muy cercano que domina el arte de la comunicación. Su novela Sesenta Kilos, me la tomé como una obligación. ¡Va! Ya que se ha tomado la molestia de venir, por lo menos, yo me tomaré la molestia de comprarla y leerla. Nada más alejado de la realidad. Y desde aquí quiero entonar un mea culpa. La novela, no solo es buena, sino que te engancha hasta el punto de querer leerla de un tirón. No hay policías, ni comisarios, ni jueces. Sesenta kilos de cocaína sustraida y los malos no son malas personas, sino que tienen comportamientos no adecuados, ni políticamente correctos. Mucho ritmo y un lenguaje muy metafórico, muy alejado del utilizado normalmente en la novela negra.
Ramón Palomar es una persona entrañable, culta y divertida, que supo hacernos pasar una velada muy agradable, sin que nadie en ningún momento se sintiera mal por no haber leido su obra, pero eso sí es verdad, con una necesidad imperiosa de salir corriendo a comprarla.
Sesenta Kilos. Vivir sin dormir. No se los pierdan, darán mucho que hablar. Y nosotros, los de La Matandeta, también. 
Nos vemos en el BUIDA LA CAMBRA. 





domingo, 22 de septiembre de 2013

LLETRES ENTRE VINS

Abrir un restaurante no supuso solamente abrir un negocio de hostelería. El próximo 5 de octubre celebraremos veintidós años en esta aventura.
Abrir un restaurante en un lugar tan emblemático como la Marjal del Parque Natural de la Albufera, fue algo muy distinto. Nosotros, tan acostumbrados a salir de casa para conocer otros mundos, siempre que finalizaran alrederor de una buena mesa.
Pero de pronto, por arte de magia, aquello desapareció. Y mira que nos lo habían advertido. No os metáis en ese mundo. Es muy esclavo y demasiado hostil.
¿Por qué lo hicimos? Daría para varias novelas, y por supuesto que ustedes no me van a chafar los argumentos, en el buen sentido de la palabra.
Le metimos de todo a lo que llevábamos entre manos: Mucha ilusión y muchas horas. A la niña con once años la pusimos a limpiar platos, porque estar cara a los clientes le producía miedo escénico. Pero en ningún caso, le hicimos olvidar que escogiera el camino que escogiera, se había criado en un lugar privilegiado.
La niña creció y sigue aquí. Es más construyó su propio nido, sin partir del árbol donde la habían criado.
Es muy difícil llevarte bien en la misma casa de tus padres una vez has crecido. Todavía peor si trabajas con ellos, mucho más, si no cambias de lugar entre tu vida personal y tu lugar de trabajo.
Es de admirar la labor de los funambulistas sobre el hilo metálico. Y la labor de las familias que trabajan juntas. 
Llega el otoño y hay que llevar a cabo nuevas propuestas y nuevas ilusiones.
Se nos ha ocurrido LLETRES ENTRE VINS.
Al principio de abrir La Matandeta, comenzamos con ELS DIVENDRES DELS TASTAVINS. Entonces era una heroicidad pretender tener una carta con vinos valencianos. La gente que pedía vino, solo conocía el Rioja.  Un viernes de cada mes sirvió para dar a conocer las bodegas valencianas de toda la vida, donde los cachorros jóvenes se habían metido a estudiar enología y empujaban a los padres hacia otro modo de entender el vino.
Aquello fue un éxito, pero hubo que meter una pica en el Flandes de la restauración valenciana:
Atrévete a tener en la carta vinos valencianos.
Hemos organizado de todo durante veintidós años de existencia: catas, noches de San Juan, tertulias gastronómicas, aciertos de conciertos con desconcierto. Todo... En realidad somos unos sobrevivientes de la vida y de la gastronomía.
Ahora que comienza pronto el otoño, volvemos con nuevos bríos, sugerentes ideas y las alforjas siempre llenas de ilusiones.
Junto al periodista Salvador Soria Sánchis se nos ocurrió mezclar la literatura con los buenos caldos.
El próximo viernes 27 de septiembre será el estreno. La novela de Ramón Palomar, "Sesenta Kilos" y la nueva propuesta de Toni Arráez, "Vivir sin Dormir". Tiempo para la tertulia y el disfrute delante de una mesa. Recuperemos el arte de la buena conversación y de la sobremesa.
Pero hay muchas más cosas, el próximo domingo 6 de octubre, hemos montado un VUIDA LA CAMBRA, es decir un VIDE GRENIER. A partir de las 9'30 horas de la mañana podéis venir a disfrutar de nuestro mercadillo de segunda mano. Se puede venir a observar y pasear o a

vender y cambiar. Para lo segundo, es necesario inscribirse. Habrá además un menú provenzal, que ha ideado Rubén Ruiz, para que no eche tanto de menos la Provenza.
Eso, nuevas ideas, nuevos tiempos que se avecinan....
Y sobre todo, que lo paséis bien.


sábado, 14 de septiembre de 2013

SÁBADO Y TALLER DE PAELLAS

Entre semana, siempre había un día en casa en el que comíamos paella. Sin embargo, no tenía nada que ver con la de los domingos. La de los miércoles era cocinada a gas por mi madre. La de los domingos, a leña, por mi padre. Cocinar una paella no es solo cocinar una paella. Es un rito, una fiesta. Requiere su tiempo y una predisposición festiva. Hay que tomarse el aperitivo mientras se prepara y hay que saber sentarse a la mesa con ganas de comer.
Cuando quieras, quedamos y nos tomamos una paella. A ver si venís a ver la casa nueva y preparamos una paella. Esto hay que celebrarlo con una buena paella.
En el extranjero se creen que todos los españoles sabemos hacer paellas. Como nosotros pensamos que todos los argentinos saben bailar el tango.
No sé. Empezaron a pedirnos talleres de paellas y en ello estamos. A las pruebas gráficas me remito.
El próximo, viernes 20 de septiembre. De momento se han apuntado cuarenta holandeses.
 
 
 
 
 
 

 
 

viernes, 13 de septiembre de 2013

EVA EN SU ESPLENDOR

Hay trabajos que te los tomas como una rutina, trabajos gratificantes y trabajos en los que vuelcas emociones. Tener un restaurante supone tener un hatillo de todo esto. Sobre todo, es en esto último en lo que suele decir la gente que nos distinguimos con el resto de restauradores. Bueno, yo no diría tanto, ni pretendería tan poco. Hay mucha gente como nosotros en el gremio de la restauración. No se hacen solo las cosas por su vertiente económica. Es mucho más importante la emoción. Y así nos va. Hay quien  es capaz de recorrer 10.000 km. desde Seúl, Corea, como  Soon Yu para venir a participar en un taller de paellas  y, sin embargo,  los de mi pueblo, Sedaví,  son incapaces de recorrer 4 km.  Aunque siempre hay salvedades, muy gratificantes. Como la de Eva y Fernando, que vinieron, nada más comprometer su relación ante fe pública, a celebrarlo en La Matandeta.
Eva es la hermana pequeña de mis amigos y compañeros de colegio, María y José Escorihuela. Pero la diferencia con estos dos hermanos, que entre ellos se llevaron muy poco, es tan grande que Eva dice que ella fue de otra camada.
A Eva Escorihuela, yo le dí clases particulares un verano, cuando ella se parecía más a Pippi Calzaslargas, que a Rita Hayworth, como lo hace hoy, en su espléndida madurez de cuarenta años y su hermosa melena pelirroja. 
Eva está espléndida a los cuarenta, una fruta que maduró bien y con tiempo, hubiera sol o tormentas tardías. La ceremonia civil la ha oficiado, en Sedaví, mi primo Ferran Baixauli, así que todo queda en casa. Me cuentan que ha sido muy emotiva. Eva y Fernando han venido a comer con sus respectivos padres. A Fernando no le van los jolgorios y menos si es el protagonista. Bromeo con el novio. Hombre, nos podrías haber arreglado un viernes con una fiestecita aunque fuera para cuarenta invitados. Pero lo entiendo. Si me hubieran dejado, yo no hubiera asistido ni a mi propia boda. No está bien que yo diga esas cosas, que me empeño junto con el resto del equipo en que los demás pasen un día muy especial cuando vienen a celebrarlo a nuestra casa, La Matandeta. Pero ya saben, en casa del herrero, cuchillo de palo..
Eva en su esplendor. Mucha suerte, querida niña. Te la mereces.
 
 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

UNA COMIDA DE CINE

Otra de las cosas que descubrí a mi regreso.... Ustedes pensarán  esta mujer se marchó un año a Francia o a otro sistema planetario. De la misma manera que yo he cambiado lo han hecho los demás en mi ausencia. Porque solo existe una verdad en la vida y la dijo Heráclito: Todo fluye, nadie se baña dos veces en el mismo río. Pues eso, que aquellos que yo dejé, en mi ausencia, también cambiaron.
Como empecé diciéndoles me encontré a mi vuelta que mi hija andaba metida en tareas de producción.
¿Y eso? He conocido a un joven realizador de cine y le ayudo a organizar sus eventos.
El joven realizador, de veintiséis años, se llama Miguel Angel Font Bisier, y se llama así, según me cuenta su madre, Gloria, este domingo, por Buonarroti, aunque ella dudó con el nombre de Leonardo.
A fe mía que acertó con el nombre del niño que le ha salido, serio, renacentista y multifacético. No sólo dirige cortos, sino que compone música, escribe guiones y se ocupa del montaje y postproducción de sus cintas
Han venido hoy domingo a celebrar en La Matandeta el cumpleaños de la madre con los yayos. Mi hija lleva todo el año que no he estado aquí hablándome de él. En la conversación aparecen Orson Welles y sobre todo Luis Buñuel. Y hoy, después de muchos años de haber visto por primera vez la película Un perro andaluz, descubro que lo que utilizó el genial aragonés para filmar la escena de la hoja de afeitar sobre el ojo, fue una cabeza de cordero. Para este joven artista en Welles hay mucho de Buñuel y para ello me analiza el travelling del inicio de Ciudadano Kane.
Miguel Angel acaba de saber que su cortometraje Sinnside rodado este pasado mes de marzo íntegramente en nuestro restaurante, La Matandeta, ha sido invitado a participar en  la próxima edición del Sitges Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya , incluyéndolo en la sección competitiva. En la cinta aparece también mi nieto Manuel.
Hoy jueves 12 de septiembre,  a las 20 horas en el Ático del Ateneo Mercantil de Valencia tendrá lugar una gala a beneficio de FUVANE, en la que será presentada la trilogía de Fashion Film  Eiènesis, dirigida por este joven realizador.  Salve y que ellos lo pasen bien.



sábado, 7 de septiembre de 2013

DE BODAS Y DEMÁS

En esto de las ceremonias del amor, se lleva mucho la primavera y el verano, el buen tiempo y la luz mediterránea nos motivan a comprometernos con nuestra pareja públicamente. De la misma manera que está comprobado estadísticamente que para finalizar una relación, separarse o pedir el divorcio, la gente espera a la llegada del otoño. Curso nuevo, vida nueva.
Pero no nos pongamos demasiado serios. Que la vuelta a casa, al trabajo, al colegio y a nuestras rutinas no nos haga perder las ganas de imaginar otros mundos, aunque no estén en este.
Para imaginativa y original, la boda de Laura Núñez y Luigi Orlando, este pasado agosto.
La novia, además de bióloga marina y buceadora profesional, se dedica a la investigación de especies marinas y su aplicación en el campo de la medicina. Y lo hace en cualquier parte del mundo. Llámese la Antártida, Italia o Hawai a donde partirá el próximo octubre con una beca Ramón Areces y en donde permanecerá dos años. Pero antes, ella y Luigi, decidieron comprometerse ante el juez y celebrarlo con su familia y amigos. Los novios se conocieron en Nápoles, donde compartieron piso de estudiantes. Luigi, periodista especializado en gastronomía y habanos, llegará la víspera de la boda con su futura y su padre a Valencia, cargados de cajas de habanos y sin acordarse de comprar los anillos, así que dos vitolas servirán para sellar el compromiso.
Laura quiere celebrar la alegría que siente no sólo por este amor, sino por su próxima partida hacia Hawai para seguir con su trabajo. A la gente que disfruta con lo que hace se le nota en la cara.
Los invitados se ataviarán con collares de flores al estilo hawaiano y la novia llevará por velo una red marina. Habrá discursos y mucha alegría. E invitados que llegaron desde Brasil, Italia y EE.UU. A la hora del baile sonará Ray Charles. Georgia también trae recuerdos vividos a la familia.
Una semana después del ágape, quedamos a comer con Amparo Pons Romaní, madre de la novia, que nos cuenta anécdotas muy divertidas sobre su hija y su carácter alegre y jovial. También nos contará su propia historia, digna de un buen relato, pero eso lo dejamos para otra ocasión....